Hace un año estaba en Inglaterra. Justo volvía de Tui donde había estado de jurado en el festival Play-Doc. Ese viaje ocurrió días después de una semana bien dura en el hospital Royal Victoria Infirmary de Newcastle. Sara, Angel, Víctor, Anita, los invitados, la ciudad, la comida, la calidad de la programación y el espíritu increíble que tiene ese festival fueron un bálsamo. El vino de Galicia se llevó la palidez que me había dejado una semana de sueros. Ese viaje fue uno de los momentos cumbres del año que pasó. A lo poco volví a Ecuador y a lo poco empezaron los EDOC. Todo lo que vino después aconteció muy rápido y en menos de dos meses llegamos al Brasil a una vida absolutamente nueva que duró tan solo un mes. De vuelta a Quito antes de cumplir la profecía: Going to California with an aching in my heart. Luego de esas cinco semanas de paz y calma, tan ricas ahora que lo veo en perspectiva, el Brasil de verdad se convirtió ya en una cosa tangible y en algo en serio ya por fin. Solo ahora, meses más tarde, nuestra casa ya sabe a casa, las matrioshkas y mis muertas encontraron su espacio, los libros volvieron a su estante organizados por categorías: por idioma, por tema, por autor y poco a poco los cuadros empiezan a colgar de las paredes (hasta que llega la síndica y nos recuerda que el taladro y el martillo no se pueden usar después de las 6pm y tampoco en fin de semana, con lo cual las posibilidades de hacer un hueco existen solo para los jubilados o para la gente que no trabaja).
Mis marzos y mis abriles, desde que trabajo en los EDOC, han sido meses de escribir. Los artículos para el catálogo, para el periódico, las sinopsis de las películas, los textos para prensa, las entrevistas para los periodistas un chance vagos que te mandan cinco preguntas por mail. Con estrés y con la presión y ayuda de la Pauli y del Alfredo, casi siempre llegué. Para mí este año fue tan rápido que esta vez abril se me vino encima de golpe y estoy pagando con creces cada segundo de procrastinación. Abril que para mí, por cierto, no solo ha sido el mes de cerrar los textos, sino también el mes de viajar a Ecuador para los EDOC y el mes de mi cumpleaños, una fecha que siempre me ha producido sentimientos encontrados, aunque ahora, casualmente, estoy desando que llegue el 14 para decirles buenos días a los 35, "¿a qué no se esperaron encontrarme tan bien?"
Luego de cinco años programando los EDOC, este año decidí alejarme por algunos motivos (tiempo y reorganización personal, más que nada) y concentrarme en armar un programa de cine brasileño, además de sugerir algunos títulos, líneas temáticas y lógicamente seguir de cerca la organización del festival que es una parte de mi vida demasiado querida, compuesta por gente que me importa mucho, un proyecto en el que creo como en pocas cosas en la vida, así como para despedirme de forma radical. El programa de Brasil incluye una retrospectiva de nueve películas de Eduardo Coutinho, un programa de algunos filmes producidos por Vídeo nas Aldeias, unas seis películas brasileñas en distintas secciones del programa y un libro dedicado al cine de Coutinho, con textos increíbles como Victoria sobre el tacho de basura de la historia, de Jean Claude Bernardet (un texto tan poderoso, sensible e inteligente que tiene tanto valor, en sí mismo, como la propia película); un bellísimo análisis de Edificio Master, escrito por Consuelo Lins; un texto que me gusta especialmente, el de José Carlos Avellar sobre Boca de Lixo, entre otros ensayos geniales, como el de Ismail Xavier. Estoy preparando este libro junto con Cláudia Mesquita, la Claudinha, a quien van a tener el gusto de conocer en los EDOC. El libro también va a tener una entrevista que le hice a Coutinho hace unas semanas, su filmografía y un texto a cuatro manos que Manolo y yo nos hemos propuesto hacer.
Desde hace un par de meses estoy bien metida en el libro, pero estas últimas semanas Coutinho es el pan de todos mis días porque el cierre está ya a la puerta. Esta mañana revisaba la versión finalísima del texto de Bernardet y una ráfaga de entusiasmo y de alegría me envolvió y no se ha ido más durante el resto del día.
Aquí, sobre la repetición en Cabra, Bernardet escribe algo que yo recibo no solamente como la lectura de una película sino como un fragmento que dialoga también con la vida. Apenas el libro esté listo, será lo primero que subrayaré:
...El procedimiento es tan insistente que, además de las explicaciones caso por caso, solo puede haber una motivación más fuerte. La repetición reafirma el carácter fragmentario en perjuicio de la continuidad. Pero tengo la impresión de que tiene como función principal resaltar la victoria sobre ‘el tacho de basura de la historia’. Esto fue rescatado, fue salvado, y entonces se dice y se repite que ese fragmento fue desenterrado, fue reconquistado, fue integrado a la historia, que no haya duda, y se repite nuevamente para aferrarse a él, para que no vuelva a desaparecer, para conjurar una nueva pérdida eventual.Me pasó lo que me pasa muy a menudo en este blog desordenado, tan lleno de retazos. Empezaba diciendo que no he posteado y lo que quería contar es que he aprovechado más bien de mis tiempos libres para empezar la manta del día de los muertos con las telas que compré en noviembre, en una tienda en Haight. Quería hacer mi primer post del tipo: Instrucciones para hacer una manta: Square in a Square. Para una manta de una plaza, corte 24 cuadrados de 4 1/2 pulgadas con cada una de sus dos telas principales. No se olvide de dejar el "seam allowance" de 1/4 de pulgada...
El otro día, con casi todas las piezas cortadas, fui al centro a comprarme una máquina de coser (regalo de navidad atrasado y anticipo por mis siete lustros). Pero resultó que, en Brasil, la máquina cuesta cuatro veces lo que cuesta la misma en los EEUU, así que decidí esperar, porque ahora mismo no me está sobrando la plata y porque las buenas nuevas son que me gané una beca y en junio participaré del Seminario Flaherty en Hamilton, NY. Volveré con la Brother y los pedazos cortados saldrán de la canasta de las telas. Pero no puedo esperar. Cuando corto y cuando coso no sé por qué siento tanto placer.
Se va haciendo tarde y empieza a chispear en la terraza. La compu está casi sin batería, quizás sea hora de entrar otra vez e irme a dormir. Hoy fue el cumpleaños de mi gemelo. ¿Cómo dos hermanos gemelos pueden cumplir años con 11 días de separación? Ese fue el enigma que hoy tratamos de resolver. "Cuando uno nace a las 11:59 o cuando se quieren mucho y son gemelos a distancia", fue la respuesta de mi Damián.
Voilá: work in progress:
2 comentarios:
Chanfle, yo tambien tengo que mandar reseñas. Pero andaba en Yasuní filmando con Staffan Julén...ya te contaré más. Qué bueno leerte. Un abrazo.
ah nooooof! qué bueno saber que un q&a en amsterdam dio origen a que ahora mis panas estén con trabajo. sí, ya me contarás más y ya te contaré más yo también. el 20 de abril volveré a respirar! un beso para los dos. te extraño! cuéntame del libro.
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