lunes, agosto 01, 2011

Lunes y todos los demás días



I
COSAS
Pensé que hoy sería el último día posible para escribir un post. Hoy es el tan esperado día de la mudanza y supuse que no iba a parar. El camión llegó puntual a las 9. Steve ha empezado a poner todo en cajas, a tremenda velocidad. Domina su ritmo, su sistema, su manera de organizar cada cosa. Ese es su trabajo. Guardar las cosas de los otros, cerrar círculos de vidas ajenas. Me paseo por la casa pero en realidad sólo estoy estorbando. Es mejor venir a mi escritorio y ponerme a escribir, expeler la ansiedad. Ya no queda un DVD ni un libro en las estanterías; no queda una foto, no está más la hamsa en la puerta, ni el ojo turco a la entrada, ni el calendario azteca de hueso, ni todos los amuletos que me han acompañado a lo largo de los años. Cosas, cosas, cosas. Este último mes he estado rodeada de objetos, no más que otros meses, claro, pero he tomado una conciencia precisa de ellos, de qué significan en mi vida, de lo inútiles que son, la mayoría. Cosas que no sirven para nada. Sólo pruebas tangibles de mi capacidad de acumular y ser excesiva. Ejemplares de periódicos tan lejanos como el Haaretz, Le Monde y la Folha de São Paulo. Que la reseña de una película que me gustó, un especial sobre América Latina, la crónica de la retirada de Israel de los asentamientos de Gaza, hace ya seis años. Cuentas de luz, teléfono, estados bancarios de hace tiempoooos, espeluznantes recetas médicas, documentos mucho más personales, catálogos, programas de festivales, cientos de entradas al cine, de pases de abordar. Todo, todo y todo eso está ahora en un depósito, listo para ser reciclado. Las memorias importantes van a tener siempre un lugar en el corazón y a mí, aunque a veces me duela, todavía me queda mucho espacio en el 'wacho'. Hoy me siento más libre con la cuarta parte de las cosas, de las ropas, de las cremas. Quisiera prometer que nunca más voy a acumular nada más que no sean afectos, y de los buenos.


II
POESÍA
Siempre he sido más adepta a la prosa; a los cuentos, las novelas cortas, las novelas largas, las autobiografías ficcionalizadas, los ensayos y a veces, distante y desde mi ignorancia, a la filosofía. Se me vienen ahora a la mente nombres de autores que en algún momento han sido importantes en mi vida: Quiroga, Hesse, Sábato, Bulgakov, Gamboa, Oz, Lahiri, Morante, Vargas Llosa, Bergson, Deleuze, Bolaño, Calvino... Y claro, inolvidables La Tregua, Gracias por el fuego y Primavera con una esquina rota. Es decir que sería un gesto ingrato olvidarme de Benedetti. Estas últimas semanas, inesperadamente, volví a él, pero no a sus prosas. Movida por instinto de conservación fui a la estantería a buscar ese libro al que regreso de vez en cuando, la Antología Poética.  Ustedes y Nosotros, Bienvenida, Todavía, Ser y estar, Me sirve y no me sirve, Los poetas, Chau pesimismo, Te quiero, No te salves, A la izquierda del roble, Quemar las naves, Viceversa... Encuentro una especie de alivio en ese libro flaquito, así que por si acaso prefiero dejarlo en el velador. Me pasa lo mismo con algunas canciones de Einstürzende Neubauten, de Soda, de Cerati, de Led Zeppelin (obviamente). Me acerco a ellas desde sus sonidos pero creo que más desde sus letras: Efecto doppler, Ramble On, Youme and Meyou, Grundstück, Down by the Seaside, Beauty, Lago en el cielo... Últimamente dependo tanto de las palabras para calibrar mi estado de ánimo...  Es hermoso el silencio pero a veces tan difícil de interpretar. Pienso en estos días que los poetas deberían tener un lugar especial en el mundo, tener asegurado su empleo y derecho a la cesantía en días de sequía, como el cardiólogo, como el psiquiatra, como el 'family doctor' de la consulta de Claypath. Estuve a punto de ir donde él y decirle que me de algo, que no doy más de la angustia, de la nostalgia, de la ansiedad. Pero me quedé con mis libros, mis poemas, mis canciones, nuestras palabras. Mario, Blixa, Robert, Carlos, Gus: son el pararrayos de mi alma. Sus versos atraen esas violentas chispas eléctricas que dan batalla tan cerca mío, ionizan el aire, conducen la descarga hacia tierra y así no me chamusco, no me hago daño. Ah... ¡El pararrayos del mundo! Y yo que nunca he escrito un verso en mi vida me despierto en la madrugada del otro día y entre sueños y vigilia empiezo a intentar un poema. Lo escribo completo en la mente. Es la historia de un abrazo, de un abrazo sentido, tierno y fuerte, en el que mi corazón encuentra refugio, como en las poesías de Benedetti. 


III
NOMBRES
¿A quiénes y por qué les voy a extrañar?
Patrick, porque me encanta hablar con él, porque me trajo una vuvuzela de Sudáfrica, por las películas que vimos, porque verle me pone de buen humor; Djoko, porque tiene un corazón enorme, sabe de todo y en sus fotos siempre hay belleza, ergo, porque mira con el alma; Ximena, Yuvel, Leo, Waira y Carmen, porque encarnan para mí lo que es una familia, porque así quisiera criar a mis hijos si los tuviera, por el apoyo y por el cariño, porque estar con ellos es estar en casa; Farid, porque en un país donde la gente no se abraza siempre tuvo los brazos abiertos, por ser uno de nuestros primeros amigos, por el couscous, el vino y el cordero que comimos en su casa; Sofia, porque llegó de Argelia una noche de verano y desde ahí Farid no deja de sonreír, porque es una mujer encantadora, guapa, divertida, inteligente y siempre con una sonrisa; Dirk (ahora sí creo que voy a llorar) por Electric Dragon 80.000 V, Bela Lugosi, Glen or Glenda, Cobra Verde, Blixa Bargeld, el Jägermeister, por esos dejos de oscuridad escondidos en sus cejas tan rubias, una ligeria ironía, una estimulante y pequeña maldad, por las risas, por esa bonita timidez; Norbert, uno de los primeros amigos. Apenas llegamos a Durham fue en su carro que llevamos a casa las cuatro o cinco cajas que enviamos desde Israel (llegábamos livianos y hoy tantas cosas en el interim). Desde ahí siempre hemos contado con él; Génesis, César e Iris, porque parafraseando a Santiago Gamboa, una vez que uno emigra ya no puede ser ecuatoriano por toda la vida, uno pasa a ser un latinoamericano, y ser latinoamericano significa bailar y preguntarse de las intimidades apenas uno se conoce y abrirse sin tener vergüeza y tomar tequila sin pensar que al día siguiente te matará el chuchaqui y ponerle salsa picante a todo lo que se cruce por la mesa y contarse las cosas del corazón y del alma y hacer planes y deshacer los planes y soñar en grupo y lo más importante: hablar en español; Bruce y Martha porque la vida es más fácil con unos buenos vecinos; Derek y Gonul con quienes siento que pudimos ser muy amigos pero nos faltó el tiempo, por los partidos de fútbol que jugué con el Derek y por las conversaciones bonitas y las salidas con la Génesis y la Gonul, porque se quedan con mi Microbio; Anna y Herbert, por todo lo que me han hecho reír; Wojtek, porque es una delicia conversar con él, por la sabiduría que le han dado los años; Marianna por lo dulce que es, lo descomplicada y sencilla, porque es lindo pasar una tarde con ella y el Max, que me cae tan bien; Liz, Umberto y Abigail por traer de vuelta un poco de juventud y normalidad a un mundo en el que a veces hay muchos conceptos, números y nerds; Sharry porque el viernes en el Vic no es viernes si no está él; Ostap, porque es de esas personas que uno tiene una certeza absoluta de lo buena gente que son; la Mrs Walker y las ladies del Quilting Cupboard porque me encanta pasar tiempo con la gente mayor, me arropa su compañía, su experiencia, su serenidad, porque las jornadas de patchwork con ellas me han transportado, en cuestión de segundos, al cuarto de costura de mi abuela.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo te voy a extranar mucho!

G. del otro lado de la Isla.

Isis Cleopatra dijo...

Maravilla de pensamientos. Mezcla de emociones. Osadía para empezar una etapa completamente diferente. Estarás mas lejos pero siempre cerca de mi corazón. Quiero verte pronto. A por todo!
Tu Carito

Anónimo dijo...

Puedo botar unas botellas pintadas y unos frascos de perfume que están estorbando en la casa de mis papis desde hace 20 años? Y siempre que quiero botar mi mami dice: "deja eso...son cosas de la Tati"... Y me pregunto: "para que carajos guardara botellas de perfume viejos?"

María Campaña Ramia dijo...

G. yo también te voy a extrañar. Tus comentarios y saberte en la misma frecuencia; Caro, tengo que verte pronto! Te extraño! Me encantaría que viniesen a Río; Juani, bota todo todo todo, pero los frascos ya están en la basura desde hace años!