sábado, junio 04, 2011

La música y la cosas de los días


Mientras me queden mis discos de Einstürzende Neubauten no me haré drama en la vida. Si yo me llamara Sabrina, esta canción sería mi isla. 


Estoy de regreso en casa: días de calor y hoy día de frío. La voz de Blixa [Bargeld, líder de EN] vuelve a acompañarme todos los días. Nuevas voces me cantan también, y me sorprenden, me obsesionan, me hacen sonreir, inevitablemente. Pero la suya persiste porque ya es como mía. Mi territorio seguro. 

Más tarde saldré al jardín ('unless it's pouring down with rain'). Parece una junglita en medio Norderste inglés y vendría bien podar las rosas, reducir el follaje, cortar la hiedra, sacar las yerbas malas. Al cerezo ya no le queda ni una flor (terminaron de caerse todas mientras yo estaba en Ecuador, pero antes de irme le tomé una foto desde mi ventana por si en Río de Janeiro no florecen así). 


Extraño a mi Quito. Es bueno estar allá. Pero también es bueno volver. 
El lunes oficialmente empieza la empacada, la botada de un montón de papeles. Pero claro, antes uno tiende a releerlos y con eso se vienen 80 mil recuerdos a la mente. También está pendiente la separada de la ropa: bufandas, sacos, abrigos que ya no me harán tanta falta van a encontrarse con un nuevo dueño. Toca meter los libros en las cajas y claro, cómo no releer las contraportadas, recordar el viaje de la señora Das a la India y su encuentro con el 'Interpreter of Maladies'; tooooodas las novelas de Amos Oz, cada página y dónde estaba o cómo era yo cuando las leía y esos personajes donde inexorablemente me encuentro a mí misma: Fima, Jana, Fania, Dita y Albert. Hay que empacar con cuidado las películas de Buñuel por la historia personal que contienen, el box set de Cassavetes, el de McElwee, el de Mograbi (tres cajitas pequeñas que me han marcado la vida). Cómo deshacerme del cajón de cartas que seguro volveré a releer (para rememorar el cariño de los que siguen y acordarme de los que ya no están más). Son también importantes las fotos, los tapes con todas las memorias de mi abuelo, casi 30 DVCams de eventos independientes, los catálogos de los EDOC (siete años de la vida, de emociones, de encuentros con gente increíble y cientos de documentales). ¿Será que me llevo los apuntes de las clases de ruso? Y las colecciones de matrioshkas y souvenires de tierras remotas y añoradas... Con qué corazón boto mis zapatos rojos y todo lo que recorrí con ellos. Pues no es puro materialismo. Es La vida de las cosas como dice mi querida amiga Paulina. Y al mismo tiempo no sé dónde voy a meter tanta vaina... 



el librero 
 
recuerdo de una noche de éxtasis
algunas de mis películas preferidas (faltó Ghost World)
 
patchwork en proceso 1
patchwork en proceso 2





autorretrato 

una caja llena de cartas y promesas de amor de juventud...
in italiano per farlo più romantico (jeje)
los zapatos rojos en Estambul
En fin. Esto es lo que Blixa le canta a Sabrina:

It's not the red of the dying sun
The morning sheets' surprising stain
It's not the red of which we bleed
The red of cabernet savignon
A world of ruin all in vain

It's not that red

It's not that red
It's not that red


It's not as golden as Zeus's famous shower

It's doesn't, not at all, come from above
It's in the open but it doesn't get stolen

It's not that gold


It's not as golden as memory

Or the age of the same name

It's not that gold

It's not that gold
It's not that gold
It's not gold at all

I wish that would be your color
I wish this would be your color
I wish this would be your color
Your color, I wish


It is as black as Malevich's square

The cold furnace in which we stare
A high pitch on a future scale
It is a starless winter night's tale
It suits you well

It is that black

It is that black
It is that black
It is that black

I wish this would be your color
I wish this would be your color
I wish this would be your color
...
Your color, I wish


Y aquí está Blixa, el jardinero...




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