Desde niño, Archibaldo de la Cruz ensaya sus crímenes. Ya adulto, se confiesa culpable de la muerte de varias mujeres, pero su imaginación no tiene el poder de convertirlo en asesino
viernes, abril 06, 2012
Mi Jerusalén
Pessach. Viernes Santo. Día de pasaje, día de fanesca, de matzos, de culpas, de castigos, de todo lo que somos las familias judeocristianas. Todo empezó ahí, en este lugar. En esta ciudad de la que no me olvido ni un solo día. Esta noche tomé un taxi a Laranjeiras, por el túnel Rebouças. De pronto iba subiendo por unas callecitas zizgagueadas y algo me hizo sentir que estaba en Jerusalén. Lo que ocurrió después fue todavía más coincidencia. Si creo o no, eso da igual. Lo importante es la emoción que brota de cada uno de los rituales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario