Werner Herzog es uno de mis cineastas preferidos. Su muy extensa obra, a pesar de abarcar tiempos, géneros y registros tan amplios, me emociona siempre por un motivo en especial. Es como si detrás de cada película suya se escondiera siempre una misma historia. Desde ese entrañable loco cuya pasión por Caruso lo lleva a construir una ópera en la Amazonía, hasta un grupo de outsiders que se refugian en la Antártica en busca de sus sueños. Nadie como Herzog para indagar en aquellas almas incomprendidas, en sus extravagantes hazañas, en la bella locura de los deseos.
*Un parrafito pequeño que me pidieron del OchoyMedio para el catálogo de la retrospectiva de Herzog que empieza ya. La pregunta era super abierta: seis líneas con una visión personal del conjunto de su obra o de una película en particular.
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