Un fragmentito de una tarde de lluvia tropical, en esta ciudad donde caben miles de carros, de edificios, billones de granos de arena, dos líneas de metro y millones de personas de todas las condiciones imaginables: unos que pagan 200 reales por una cena en un restaurante de Leblon, otros que reciben eso por una semana de trabajo. También caben monos, hormigas grandes, árboles y heliconias. El agua no hace mayor distinción y cae encima de todos. Y aunque yo quise salir y mojarme fui más sensata y me quedé pensando en la selva y el Tiputini, que se me aparecieron reflejados en esta ventana.
Desde niño, Archibaldo de la Cruz ensaya sus crímenes. Ya adulto, se confiesa culpable de la muerte de varias mujeres, pero su imaginación no tiene el poder de convertirlo en asesino
miércoles, diciembre 14, 2011
Tarde de lluvia en RJ
Un fragmentito de una tarde de lluvia tropical, en esta ciudad donde caben miles de carros, de edificios, billones de granos de arena, dos líneas de metro y millones de personas de todas las condiciones imaginables: unos que pagan 200 reales por una cena en un restaurante de Leblon, otros que reciben eso por una semana de trabajo. También caben monos, hormigas grandes, árboles y heliconias. El agua no hace mayor distinción y cae encima de todos. Y aunque yo quise salir y mojarme fui más sensata y me quedé pensando en la selva y el Tiputini, que se me aparecieron reflejados en esta ventana.
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