Los cineastas del Ecuador invitamos a Supercines a revertir su decisión de no exhibir el filme ‘La muerte de Jaime Roldós’
Por una exhibición cinematográfica libre de censura
Los cineastas del Ecuador rechazamos la decisión de la cadena SUPERCINES de no exhibir el filme ‘La muerte de Jaime Roldós’ debido a su contenido político y a pesar del enorme interés que ha despertado en todo el país. Esta decisión priva de la posibilidad de verlo al público de muchas ciudades del Ecuador, en las que SUPERCINES es la única cadena de exhibición existente.
La decisión nos decepciona también porque hasta ahora la cadena SUPERCINES, al igual que los demás exhibidores nacionales, había acogido con apertura la producción de cine nacional, ofreciéndole al público la oportunidad de conocer nuestras obras.
Este filme es una muestra de lo que el cine ecuatoriano es capaz de hacer. Las obras que producimos buscan entretener y conmover a la audiencia, pero también invitarla a reflexionar en torno a una enorme diversidad de temas. Pero estas obras sólo cobran sentido cuando encuentran a su audiencia, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista artístico. Cada año los ecuatorianos compran trece millones de entradas de cine. Nosotros hacemos las películas primordialmente para esas personas y los exhibidores de cine son nuestros intermediarios.
Comprendemos que es una actividad abierta al libre juego de la oferta y la demanda. El público mira lo que quiere ver, nosotros aceptamos el veredicto del público. Pero para que esto pueda suceder es fundamental que los exhibidores de cine se comprometan a respetar, por sobre todas las cosas, la libertad de creación de los cineastas. A la hora de decidir lo que se exhibe o no, el criterio primordial debe ser la calidad técnica y artística de los filmes, pero en ningún caso la censura. Si los exhibidores de cine censuran al cine ecuatoriano, éste está condenado a desaparecer.
La circulación de contenidos en el Ecuador no puede estar sujeta a la censura de los exhibidores y de los difusores, y nos referimos con ello a la televisión y a las salas de cine, públicas y privadas. Los difusores tienen una responsabilidad ética frente a la audiencia, que confía en ellos una buena parte de su tiempo libre. A cambio, ellos le tienen que ofrecer productos de calidad que representen la diversidad de formas de pensar y de concebir el mundo. Esto supone, por tanto, respetar la libertad de los creadores para cuestionar nuestros preconceptos morales, para examinar críticamente la historia, para reirnos de nosotros mismos, para interpelar a las autoridades, para parodiar y simbolizar la realidad. La censuraal filme ‘La muerte de Jaime Roldós’ fija un terrible precedente que afecta a los cineastas de hoy y afectará a los cineastas del mañana.
Invitamos a la cadena SUPERCINES, a la que deseamos seguir confiando nuestras películas en el futuro, a revertir su decisión y exhibir este filme en sus salas. Estamos seguros de que una parte importante de la audiencia se lo agradecerá.
Quito, 27 de agosto de 2013
Camilo Luzuriaga, Pocho Álvarez, Sebastián Cordero, Tania Hermida, Quique Chediak, Fernando Mieles, María Fernanda Restrepo, Tito Jara, Carl West, Miguel Alvear, Daniel Andrade, Anahí Hoeneisen, Víctor Arregui, Paúl Venegas, Iván Mora Manzano, María Isabel Carrasco, Javier Andrade, Andrés Barriga, Isabel Dávalos, Juan Carlos Donoso, Rafael Barriga, Álvaro Muriel, Alfredo Mora, Hanne-Lovise Skartveit, Diego Araujo, Tito Molina, Andrés Crespo, José Zambrano Brito, Marcela Doylet, Felipe Terán Altamirano, Micaela Rueda, María Campaña Ramia, María Cristina Carrillo, Santiago Carcelén, Lucas Taillefer, Julio Sandoval, Daniela Moreno Wray, Paula Parrini, Sergio Venturini, Armando Salazar, Daniel Avilés, José Antonio Guayasamín, Javier Izquierdo, Vinicio Cóndor, Jan Vandierendonk, Lisandra I. Rivera, Manolo Sarmiento, Diego Arteaga, Christian Hidalgo, José Yépez
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