martes, mayo 29, 2012

Un triste adiós a mi Mac

Luego de seis años de acompañarme en las buenas y en las malas, mi MacBook Pro pasó a mejor vida hoy. Desde hace algunos días la pantalla estaba dando problemas, pero hoy definitivamente ha sido un día de lucha con ella. Solo en la tarde me dio una tregua y, felizmente, pude tener un largo y coincidencial chat con mi amiga Paulina.
Escribo en mi computadora aunque apenas veo las letras, mientras ocasionales líneas verdes y brillantes atraviesan la pantalla de manera horizontal. Parece ser la tarjeta de video y parece ser que en una Mac este es un asunto más bien difícil de solucionar. 
No tengo dinero ahora para una computadora nueva y luego de haber manejado este bello BMW parece que he de volver a la Datsun. Nada, con el rabo entre las piernas tendré que aceptar la gentil PC.
Estos días de pantalla borrosa he pensado mucho en mis ojos. Es casi igual que escribir sin mis lentes. Quizás sea así como ve mi abuelo, pero constantemente y todo a su alrededor. Pienso en su degeneración macular y en cómo a él las letras se le deben mover cuando intenta fijar la vista en algo. Pienso en lo increíblemente valiente que es. Por eso pienso también en esta canción de David Byrne, que siempre me recuerda a él. A self made man, o un hombre que se hizo solo. Así son las asociaciones temáticas. 
Deséenme suerte mañana. Quizás algún técnico en la Rio Branco pueda encontrar una solución. Volveré a mis días de PC, si no.

  
Well we can't predict the future  
But we're trying to do the best that we can  
My cards are on the table 
I'm gambling everything that I am

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