martes, diciembre 04, 2012

El prólogo del libro de Daniel


Hace más de un año mi amigo Daniel Avilés me pidió que escribiera el prólogo de su libro de fotos Eventos Dependientes. Todavía no estaba claro en ese momento cómo financiaría la publicación, cuando mismo estaría lista. Lo que sí estaba claro es que el material estaba ya maduro y que luego de muchos años fotografiando la historia estaba lista para ser contada a través de las páginas de un lindo libro full color. Daniel tuvo una paciencia enorme conmigo, me tomó tiempo entregarle el texto concluido. Fue un placer sumergirme en sus fotos, sus afectos, sus viajes, su mirada. Hoy, un año más tarde, el libro existe y una muestra con las fotos se exhibe en la galería El Conteiner de El Pobre Diablo (Isabel La Católica N24-274 y Galavis). Quería compartirles este texto que ojalá les anime a visitar la muestra, disfrutar de la mirada del Daniel y, ojalá, a salir de ahí con el libro.


EVENTOS DEPENDIENTES 


Una persona está mirando; un fotógrafo se detiene a ver a esa persona que mira y se lleva en su cámara un recuerdo de ella; un espectador se encuentra con esas dos miradas. La mirada primaria, la doble mirada, la triple mirada: la mise en abyme.
El testimonio de un viaje, la fijación de una impermanencia, los lugares pasajeros que se convierten en propios al plasmarse en una imagen, los instantes que el fotógrafo decide llevarse a casa.
Las grandes metrópolis, las ciudades olvidadas, la arquitectura y sus detalles.
Los amigos, el descanso, un día en la playa, las imágenes que hablan de los afectos.
El cine, los escenarios, los gestos preparados, la ficción.
Los cuerpos y las pieles, los tatuajes que los decoran, las piernas de Adriana…
Las imágenes que se condensan en este, el primer libro de Daniel Avilés, son el resultado de once años de observar, de sentir, de fotografiar, de experimentar, de madurar una visión del mundo al tiempo que ha ido madurando la técnica.
Aunque las fotografías se presentan bajo una lógica temática que deja ver, entre otras cosas, un cuidadoso trabajo de curadoría, no es este un libro que se pueda catalogar. Hay lugares pero no es un libro de paisajes, hay rostros pero no es un libro de retratos, hay detalles pero no es un libro de arquitectura. Es un libro de imágenes aleatorias, improbables y complementarias como los acontecimientos que componen la vida que transcurren entre las gamas y los intensos contrastes del color, así como en las texturas ricas en brillo, grano y escalas del blanco y negro.
En las películas, en las muestras de fotos, en los buses, en el día a día, me gusta tropezar casualmente con una imagen que me cautiva: la de una persona que mira abstraída a través de una ventana, de un vidrio empañado, en una playa, en un rascacielos, en un mirador. Cuando me encuentro con ella me hago siempre la misma pregunta: “¿En qué estará pensando, con la mirada perdida?”. Me emociona que el primer libro de Daniel empiece con mi imagen preferida, en este caso un hombre que mira al horizonte neoyorquino. El hombre ve de lejos y el largavista está libre. El fotógrafo ha decidido enfocar al aparato y no al sujeto. ¿Será una cuestión de composición? Puede ser, pero si el hombre estuviera en foco la imagen tendría otro significado. La foto me comunica un respeto por el tiempo y los pensamientos del hombre silueteado, como si el fotógrafo intuyera un cierto misterio en los indicios de la vida del otro y en el momento crítico decidiera no propasarlos más de lo debido.
Con el pasar de las páginas estos indicios de vidas y visiones ajenas se van convirtiendo en una historia más tangible. La reunión de miradas, de detalles y de gestos termina construyendo un relato amplio y así, poco a poco, el viaje del fotógrafo viene a ser también el viaje del espectador.
Debe ser por eso que Daniel ha decidido llamar a su libro Eventos dependientes y recurrir a un concepto fundamental de la estadística para hablar del sentido de sus imágenes. El fotógrafo parece decirnos que todo, hasta lo más improbable, está conectado. Las repeticiones, las coincidencias, los reflejos, los encuentros y los desencuentros no son tan azarosos como parecen.
Quizás sea eso, que Daniel, provisto de sus rollos y sus tarjetas de memoria, ha dejado que el mundo le hable y le permita contarnos una historia que no sería la misma sin cada una de las imágenes que ha ido recogiendo entre sus viajes, las salidas expresas para fotografiar, los momentos cotidianos e íntimos, los instantes de suerte cuando tuvo la cámara con él el momento en que una situación le pidió al oído que apretara el disparador.
Decía Thomaz Farkas que la fotografía era la mejor forma de aprovechar la vida y quizás tenía razón. “Solo vean”, explicaba: “es ver, descubrir paisajes, personas, caras, grupos, calles, fachadas, plazas; todos trabajando, jugando, divirtiéndose, comiendo, bailando. Todo eso es nuestra vida: experiencias vividas, mirando –y viendo– siempre, y de ahí fotografiando sin fin con cualquier máquina, técnica o rollo, o sin. Es que mirando, en el visor o en la réflex, todo es una visión que no tiene fin. ¡Cada día es diferente: todo mirar es otro y la gente percibe finalmente que el mundo es inmenso! ¡Es bueno ser fotógrafo! O como dice el colega portugués Fernando Lemos, un mágico militante.”
Qué bueno que Daniel sea parte de esa constelación de militantes. Que el mundo le devele nuevos secretos y le abra nuevas puertas. Que su mirada siga madurando pero que no deje de ser curiosa y sensible. Será un placer acompañarle.

* Me gusta tanto esa cita de Thomas Farkas... No pude evitar pensar en ella y la volví a usar cuando escribí un texto en memoria de Juan Antonio Serrano. Mis amigos fotógrafos son sin duda una constelación de la que emana mucha luz!

3 comentarios:

Danielo dijo...

:) La gran ausente María, creo que te hubiera gustado la exhibición. Lo del correo me está empezando a preocupar...guardaré el back up respectivo.

Anónimo dijo...

http://rafaelbarriga.com/2012/12/08/10-de-diciembre-eventos-dependientes/

María Campaña Ramia dijo...

Qué bacán el programa, la selección musical y la conversa!! Gracias por el link!