miércoles, octubre 19, 2005

El festival de documentales de Sheffield


Sheffield es una ciudad mediana y agradable, situada en el condado de Yorkshire, donde se rodó Full Monty. Allí, desde hace 12 años, tiene lugar el festival de documentales más importante del Reino Unido. Este año tuve la suerte de estar ahí por algunos días, de entusiasmarme con películas fabulosas, aburrirme en algunas conferencias, conocer a gente interesante y, como suele ocurrir después de cada festival de documentales, reanudé mi compromiso con el cine de lo real -aunque sea de corazón- y tal vez eso es lo que me tiene algo deprimida.
Mientras escribo esto, supongo que mis amigos de Ecuador estarán disfrutando del Cero Latitud. Bueno, siendo precisa, están durmiendo y soñando con la película del día anterior. Alfredo ya hizo su comentario sobre Sumas y restas y me deja con muchas ganas de verla, sobre todo porque hace un par de años, cuando escribía en el HOY, conocí a Gaviria -que estaba en Ecuador con motivo del Festival de cine en la calle- y me impresionó su sencillez, compromiso y buena onda. No es que quiera ver una película porque le conozco al director (cierto es que últimamente me he portado medio groupie, tomándome fotos y subida al escenario con Kusturica, pidiéndole autógrafos a Amos Oz y persiguiéndole a Avi Mograbi), pero estoy convencida de que la calidad moral de un artista emerge desde sus películas y sus libros y por eso los busco, de ahí que prefiera a Sábato que a Borges, que ame a Buñuel no solo por Ensayo de un crimen y cada una de sus películas, si no porque decidió no regar más el jardín de su casa en el DF, para no gastar el agua que escaseaba en otros barrios de la ciudad. Sí, sí, ya me dirán que era machista y bastante cascarrabias. Nadie es perfecto, amigos míos, y con esto no quiero decir que no me guste el cine de Polanski, pero de ahí a admirarlo hay un largo camino.
Vuelvo a Sheffield. El festival tiene su sede en un edificio muy grande, agalponado (si con esta palabra puedo decir que parece un enorme galpón), de estilo art-deco, donde comparten piso The Workstation y
The Showroom.



The Showroom es una multisala muy sobria y con una programación decente, uno de los cines independientes de más renombre en Inglaterra, dicen. Nada de estrellitas en la alfombra, un Ocho y Medio con cinco salas más que un Cinemark o Multicines (aunque sí venden canguil y nachos con queso), donde ahora que ha pasado el festival se presentan películas como Broken Flowers, de Jarmusch, o A History of Violence, de Cronenberg. A pesar de que la oferta es bastante buena, supongo que a la programadora no le molestarían las sugerencias y que no pediría a sus clientes que “con todo el respeto que se merecen eviten en lo posible hacer críticas sobre su gestión en la empresa a la que representa”. Filmecuador es un recurso de lujo para los amantes del cajón de sastre.
En fin… The Showroom tiene también una cafetería y un restaurante con un bar, que suele estar repleto después de las funciones, donde como ya se imaginan, la gente comenta las películas con un café o una cerveza en mano, algunos hacen negocios, los directores responden preguntas y donde yo les extraño, más que nunca, a los compañeros de los EDOC. Es que ningún café se compara al del Ocho y Medio (no por sabor y menos por el sobreprecio), si no por los gratos comentarios del Armando, el entusiasmo de la Jose y el Artur, Iván y Simón palabreando a la Julia (¿se llamaba así la pasante alemana?), Aldo adolorido por la película que acababa de ver, Alfredo fumando y eso que Alfredo no fuma.



Redacté algo de la información que viene a continuación para Cinememoria, ya que en cierta forma fui en representación de los Encuentros del otro cine. Sepan los cinememorios que recibieron mi informe que no suelo autoplagiarme, pero hay que economizar el tiempo y quería compartir con mis lectores (wow, ¿cómo sonó eso?) algunas de mis impresiones sobre lo que vi.
Digamos que Sheffield es un festival mediano por lo tanto todavía familiar, no tan divertido como los EDOC, con una programación bastante buena y dentro de Inglaterra una buena oportunidad para hacer negocios. Dicen también los entendidos que es la ocasión para ver lo que no pasarían en la TV inglesa y por eso escuché a gente algo molesta porque este año parte de la programación era muy del tipo documental de televisión.
Sin querer, la programadora lo justificó cuando presentó Benigno, al decir que este año Sheffield quería festejar al género documental en toda su anchura y por lo tanto presentaba películas inicialmente comisionadas por canales de televisión, pero que ya se quisiera Inglaterra que sus canales encargaran películas con tantas libertades estéticas. Y yo que creía que la BBC lo era todo, pues resulta que hasta ahora no he oído en ningún país a alguien que esté contento con su televisión.
Y a continuación, mis preferidos de Sheffield:

THE 3 ROOMS OF MELANCHOLIA
Pirjo Honkasalo, Finlandia, 2004
Una mirada al conflicto chechenio, a través de la devastación que ha traído a los niños de ambas partes.


Como decía mi profesor de historia del documental y crítico de la Positif, Michel Cieutat: “Pensez cinéma!” Imposible no recordarlo gritando su máxima cuando veo este filme. La directora pensó “cinéma” cuando concibió su proyecto, cuando lo filmó (ella es la camarógrafa), cuando lo editó. Es cine en su total expresión. Con esto quiero decir que la película no cede a ninguna presión de estilo, que la directora respeta su propio ritmo de principio a fin, que logró filmar el conflicto chechenio de una manera sublime, aprovechando el paisaje, la línea del horizonte, la bruma de San Petersburgo y la inmovilidad de la geografía de la zona de Grozny no como el simple lugar donde pasan los hechos, sino apropiándose de la geografía en servicio de la narración.
El documental puede ser más cine que la propia ficción, cuando al hablar de cine hablamos de una búsqueda del lenguaje, de una manera de contar, de una manera de dejar que el tiempo circule, de cómo construir un personaje y cómo establecer tensiones. Y si a esta lección de cine le añadimos la importancia del tema, la fuerza de lo real, creo que tenemos una verdadera obra maestra.
APAGA Y VAMONOSManel Mayol, España, 2005
En lo que ahora es Chile, los Pehuenches-Mapuches han salido victoriosos frente a la conquista inca y luego la española. Sin embargo, no han podido contra Endesa, el gigante hidroeléctrico español que está destruyendo su tierra y su identidad.

Dentro de la selección del festival, esta es tal vez la película que más me hizo reflexionar sobre un asunto que se discutía mucho en la redacción del HOY y sobre el documental en general. ¿Qué debe prevalecer, lo interesante sobre lo importante, o viceversa? Yo siempre he sido partidaria de un periodismo que eduque, para mí es una actividad que exige un compromiso que va por ese lado y por lo tanto voy por lo importante. De alguna manera, al momento de elegir una película para ver, creo que empiezo aplicar el principio de lo importante sobre lo interesante también.
Y aunque este documental es superinteresante, creo que todo el mundo lo tiene que ver porque es importante. Está muy bien hecho, con unas entrevistas muy reveladoras, lindísima fotografía (los 35mm se notan) y la historia muy bien contada, me molesta un poco la música algo punketera que no le va a la pasividad de los Andes (no creo que hacía falta para demostrar que es un documental militante), creo que le sobran algunas escenas y que no siempre aplica el principio de menos es más, pero por sobre todo es el tipo de documental que tiene que existir, por principio.
Me encanta también que sean dos españoles los que tomen la bandera mapuche y se vayan en contra de Endesa. Me imagino muy bien a Manel y Esteban -el productor- en los EDOC, no solo mostrando su película, si no también bailando y tomando con nosotros en el Seseribó.
Pero volviendo a Apaga y vámonos, espero que lo puedan ver. Esta película tiene que mostrarse y a nosotros lo que nos queda es reaccionar, no vaya a ser que nos quieran instalar una Endesa en algún río del Oriente (lo triste es que así como Chile ya vendió más del 70% de su agua, nosotros también hemos feriado otros recursos).

AVENGE BUT ONE OF MY TWO EYES
Avi Mograbi, Israel, Francia, 2005
Mograbi crea una analogía entre Sansón, el héroe bíblico judío, y los “suicide bombers” de la Palestina contemporánea.

Al final de la proyección, un espectador le dijo a Mograbi que si bien es cierto de entre sus películas esta no es con la que más ha disfrutado, es de largo la más importante. Estoy 100% de acuerdo. El Avi Mograbi que me hizo reír en How I learned to overcome my fear and love Arik Sharon ya no me sacó ni una sola risa. Aparte de desgarrarme por casi dos horas, es junto con Herzog (por Los fuegos de Satán) el único documentalista que me ha aterrorizado literalmente.
Es la segunda vez que veo Avenge (la primera en mi Jerusalén añorada), las dos veces se me han ido las lágrimas y cada día estoy más enamorada del cine de Mograbi porque es de una transparencia ética inigualable.
Como ya lo saben, Avi Mograbi es mi ídolo. El también lo sabe pero a pesar de eso sigue siendo serio y un poco seco (estoy pensando que a lo mejor solo es muy tímido). Llegó a Sheffield feliz de su viaje a Buenos Aires (estuvo presentando su película en el DOC BAS), y me cuenta que ha pasado en entrevistas todo el día y comiendo carne.
No quiero generalizar ni criticar a la prensa ecuatoriana porque en los pasados EDOC, al otro lado de la medalla, me encontré con periodistas de primer nivel. Pero son los menos. Me dio algo de vergüenza ajena pensando que si Mograbi viniera a los EDOC no se encontraría con Quintín, si no en la sala de algún periódico guayaquileño (no por regionalista sino porque pasó, pero en Quito se dan estas barbaridades también), preguntándole “Yyy, ¿de qué se trata su película?...”
Recuerdo esa mañana caliente, en Guayaquil, cuando Alfredo prefirió salir de la sala y dejarme a mí traducir a Andrei y Celesta, quienes, a su vez, me pidieron que hablara por ellos, porque a la final habían oído las mismas preguntas diez veces y seguramente yo debía saber las respuestas de memoria, también. En fin, este abril Avi tampoco podrá venir, pero algún día será.
Me entero que su hijo está en la cárcel por objetor de conciencias, ya que se negó a ir a la armada. Me impacta mucho la noticia y me sorprende la calma del padre. El está más tranquilo con su hijo preso que si estuviera amedrentando a palestinos. Así debería ser en todo hogar israelí.
EL INMORTALMercedes Moncada Rodríguez, México, España, 2005
En Nicaragua, dos hermanos confrontan sus recuerdos de la guerra, cuando uno era parte del Ejército Sandinista y el otro combatía con los Contras.

Abril. Vísperas de los EDOC. Salíamos de la oficina en la Venezuela a almorzar pan de yuca y yogurt, el mismo día que a la Gabi le robaron el celular (pídanle que les cuente la historia post-robo, es totalmente surreal). Íbamos conversando sobre La Pasión de María Elena, que a ella no le había gustado porque la encontraba filmada desde una perspectiva de niña rica. Tal vez lo pongo muy simple y sería mejor que ella lo explicara. En todo caso, por eso tal vez no me entusiasmé mucho y no la vi.
Pero El Inmortal me gustó muchísimo. En algo me recuerda a La Ciénaga, por la manera de filmar, por cómo el calor y la humedad logran salir de la pantalla, esa aproximación mística a Dios y lo divino, la cámara en mano filmando la calle principal en medio pueblo. Me encanta el juego con a la ficción (los 35mm ayudan) y además que cuenta historia muy fuerte y que seguramente se repitió en Nicaragua: hermanos en diferentes bandos, matándose.
En tema financiamiento, ahí están Ford, Sundance y Jan Vrijman. Cuando se quiere, y se trabaja en serio, se puede.

MAD HOT BALLROOM
Marilyn Agrelo, EU, 2005
La clase de baile de salón es incluida en el programa de varias escuelas de Nueva York. Luego de semanas de entrenamiento llega el concurso interescolar.

Luego de una sobredosis de documental, depresivo por lo general, estos niños son lo mejor que me pudo pasar. Lo bacán es que no solo es una película de niños bailando, sino que te permite ver o al menos reflexionar sobre los matices de la vida en NY, la migración, la interculturalidad, la vida en riesgo. En fin, un deleite.
Como Etre et Avoir, Promises o casi cualquier película que incluya niños, hay poco riesgo de no gustar. Y como en Etre et Avoir, es imposible terminar sin amarles a los niños y a su profesora. Si a sus comentarios tan inteligentes y punzantes a veces y a su manera de explicar las cosas le sumas que bailan con un swing que da ganas de comerles, tienes una película que te deja feliz, a menos que seas un amargado constante, o un apasionado de la sociología y ya me discutirán el tema de la manipulación, de los efectos del documental en la vida de los niños y demás, pero no ahora.
Misha acaba de llamarme. Farid, un amigable matemático de Algeria, y que resultó un amante del cine, nos invita a ir a Newcastle para ver Los sin tierra (documental dirigido por Miguel Barros y coproducido por El Deseo y Canal + en 2004), el que como lo anuncia la página de EGEDA “denuncia con maestría el sangrante reparto de las tierras de cultivo en el inmenso Brasil”. Así que aquí me despido. Una ducha caliente me espera y luego más documental.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un encanto son tus crónica cinéfilas.

Si, Avi estuvo en Baires. No podía creer que la sala estuviera llena. Pusieron sillones de los pasillos del teatro para aumentar la capacidad.

Pero las preguntas que le realizó el auditorio fueron malas.

El clima de intolencia de su film se repetìa en la sala.

Habia tres tipos de preguntas: comentarios intolerantes de los descendientes de árabes hacia los judíos. De los judios argentinos hacia los hijos de árabes argentinos. Y preguntas producidas por gente
sofisticadamente culta que desconoce su poca capacidad de vuelo y pese a eso, se para altaneramente ante la Argentina oscura.

Y Quintin, anda cerca de ese grupo. Le gusta codearse con la elitte engrupida, de discurso progresista para pocos.

Felipe

Anónimo dijo...

Maria
tu blog escrito en espanol llega con un monton de simbolos raros (˙˙¨∫√ƒƒ≈∆¥) en lugar de tildes y enies. De todas maneras lo logro decifrar y lo disfruto un monton. Anios que no he visto un documental. Estoy a punto de salir a ver una peli que se llama Turtles can Fly sobre unos ninios iraquies. Ya te contare
Maria Jose

Anónimo dijo...

Como siempre, me deleito leyendo tus crónicas. Ojalá podamos ver estos documentales en el próximo EDOC.
Besos,
La Ma

María Campaña Ramia dijo...

Gracias Felipe por lo que me cuentas. Crees que Avenge tiene un tono de intolerancia?
Bueno, al menos Quintín vio la película, pero es interesante como lo describes.
Jose, Ma, gracias por comentarme.
Para quienes lean los comentarios, avísenme porfa si en su computadora también se ven signos raros en vez de tildes. Niño Aldito, seguro que tienes una explicación. Ya me dijo un amigo antes que le pasaba lo mismo cuando quería leer el post de Lena.

Anónimo dijo...

yo no tengo problema con los caracteres, debe ser oriblema de configuración del equipo de quien recibe

La Ma

Aldo dijo...

A lo mejor Ma. José esta leyendo el blog en una Mac noventera, o su navegador al leer Avi Mograbi se puso en hebreo.

Que buen recuerdo los EDOC!

Anónimo dijo...

la bruma de san petersburgo en chechenia? no entiendo.

y quítate el "le-ísmo".

María Campaña Ramia dijo...

Oh no... Lo que me faltaba, anonimos en mi blog. Bueno, ni modo. Bienvenido anonimo. Gracias por leer y comentar, pero a las 5 am mejor deberias dormir.
Sobre la pelicula en cuestion:
El conflicto chechenio no solo se vive en Chechenia. En San Petersburgo, tambien en Rusia pero lejisimos de Grozni, ninos sin mayor porvenir se preparan para servir en la marina de su pais y, dentro de algunos anos, combatir en Chechenia. Por eso, cuando la directora los filma en su entrenamiento, filma tambien la bruma de San Petersburgo, que no esta en Chechenia, sino a orillas del Mar Baltico.
Perdona que no tengo tildes. Tengo alfabeto cirilico, eso si, porque escribo desde la computadora de mi esposo, que por cierto es ruso